viernes, 7 de junio de 2013

Del El Pintor y La Musa “Amordazar un amor no es eliminarlo”

Vivir, es una palabra que engloba un sinfín de significados. Creer, es simplemente una palabra que impulsa a seguir en el camino a pesar de todo. Soñar, algo que hacemos todos los días, inclusos despiertos. Querer, de muchas formas lo hacemos y disfrutamos de ello. Amar, algo que, sencillamente, nos abruma, nos deja sin sentido y nos transporta a un mundo sin fronteras. Todo ello puede leerse en una historia muy venezolana, hermosa, detallada, a nuestro estilo, a nuestras expresiones, a nuestros pensamientos, a nuestros problemas, a nuestras soluciones. ¿Y cómo empezar esta reseña? No hallo otra palabra sino “gracias”.
                Agradecer a una joven escritora, Paola Martínez, por pasearme por experiencias hermosas de sus personajes: Erika, Mafe, Anthony, Alex, Jorge, Carmen, Ana, Miriam y muchos otros que demuestran la cultura única de nuestro país. La perseverancia, la camaradería que forman parte de la personalidad de quienes lo habitamos. El Pintor y La Musa “Amordazar un amor no es eliminarlo”, es un libro que te permite pasearte por las locuras del amor, de sus detalles y de cómo se va formando en nuestro seres, así como también cuando cometemos los errores que pueden ocasionar perder o fortalecer lo que queremos.
                Sólo unas cuantas líneas en mi primer encuentro con el libro bastaron para comprender que me esperaba un hermoso viaje, cargado de similitudes con la cotidianidad de nuestros pueblos. De esos libros que una vez que comienzas, te pierdes en sus líneas y no puedes para de leer. Una transición maravillosa entre personajes, que te permite ver y comprender sus puntos de vista, y de identificarnos con algunos de sus raciocinios.
                ¿Qué si vale la pena leerlo? Por supuesto, es una lectura juvenil, amena, fresca, con muchas situaciones que nos harán reír, llorar, molestar, reflexionar. Es un pequeño tesoro, que hay que compartirlo, convertirlo en referencia de nuestra juventud, de nuestra realidad. Teniendo en cuenta que el mundo, con sus distintas aristas, es un conglomerado de sentimientos. Igualmente, es la oportunidad de descubrir la importancia de valorar lo que se posee. Es creer que no todas las personas son iguales por pertenecer a un estatus social determinado.
                Es la presentación de esas amistades incondicionales. Esas que permanecen contigo por siempre, que están allí para dedicarte palabras de aliento y consejos. Con las cuales, muchas veces, descubres y alumbras un camino sin luz. El acompañante que está a tu lado para decir que todo estará bien.
                Una historia que nos recuerda lo importante de detenernos en pensar en cada detalle de nuestras vidas, de detener el tiempo en los momentos más felices. Es el mantener esa esperanza de felicidad. El afrontar cada reto, cada problema, cada bendición como una nueva oportunidad de vida y darle el visto bueno al tiempo y sus enseñanzas.
                Una cosa si está clara, es que al leer todas esas líneas en conjunto, es posible creer en la posibilidad de amar, aunque por ello se sufra, se llore, se ría, se mienta, se diga la verdad, se abandone, se reconcilie. ¿Y tú?, ¿estás dispuesto a ello? Te aseguro que sí, ven y descúbrelo. “...en el reino de la mente, no caben dictaduras...sólo se salvan los valientes”. (Martínez, 2010, El Pintor y la Musa, Amordazar un amor no es eliminarlo).


 Deivis Torres.

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