Había leído en varias
oportunidades el relato de experiencias de personas que ya habían asistido a un
cine 4DX en otros países, así que las expectativas que tenía con respecto
asistir la recién inaugurada sala de este tipo en el centro comercial San Ignacio
eran enormes. Dispuesto a vivir la experiencia me decidí por ver uno de mis
géneros favoritos en el cine, las historias fantásticas del señor de los
anillos, en este caso del Hobbit y la Desolación de Smaug. Mi primera impresión
fue el alto costo de la entrada “560 BsF.” (Sí, sé que están asombrados). De
igual forma ya había ahorrado para verla así que asumí que era un regalo para
mí y para un buen amigo de navidad. Lo
primero fue (y acuérdese de este detalle, porque más adelante es clave)
que no se podía hacer reserva alguna de las entradas ni comprarlas en línea,
sólo en taquilla, asumí que era por la demanda de la misma, o eso fue lo que
entendí al preguntar un día antes de asistir a la vendedora.
Al
siguiente día me decidí ir (28.12.2013), bien temprano, ya saben por las colas
que asumí habrían. Llegué a la hora de apertura de ventas en taquilla y había
cola (los venezolanos parece que definitivamente se acostumbraron a ello). Al llegar
a la taquilla, ya había tomado la decisión de disfrutar de la experiencia a
pesar de lo costoso, pensando en lo que podría pagar en una noche donde
disfrutaría más (ya saben a qué me refiero Jejeje.) Pido mis dos entradas y bueno
a esperar hasta la noche, 9.10 pm que sería la función.
Más
tarde llegaríamos a eso de las 8.00 pm para cenar alguito primero antes de las
dos horas y media que nos esperaban de la función. A las 8.45 ya estábamos en
otra colita (lo cual no entiendo, los
asientos están numerados u.u) para ingresar a sala, allí fue el primer indicio
de que algo estaba mal. Anuncian que dejarán entrar a las personas faltando
diez minutos para el inicio de la misma. Todo el mundo supuso que “bueno debe
ser por lo complejo de la cuestión y que todo tenía que estar listo”. Pasados
unos 15 minutos, llega un señor diciéndonos, a los que estábamos de primeros
para entrar, que “hay un rumor, dicen que unas butacas no están funcionando y
que no hay aire acondicionado, vine a preguntar si es cierto” el joven que le
escucha y que trabaja para la compañía de cine le dice que no es cierto que en
poco tiempo ya estaremos entrando, “unos 20 minutos”, segundo indicio, las
cosas no están bien. Espero unos cinco minutos más, llega otro joven que
trabaja allí y nos confirma la información de las butacas que no están
funcionando y el aire acondicionado que está fallando, tercer indicio, algo
está mal. Comienzo a desesperarme como es natural en todos los demás asistentes,
pasan unos diez minutos y, al fin, a las 9.35 pm, comenzamos a pasar a la sala.
Cómodas
sillas, todo medio limpio, al estar todos sentados a unos cinco minutos
comienza una proyección interesante donde demuestran todo lo que proporciona la
tecnología 4DX, siento el temblor del asiento, las ráfagas de aire, y los
salpicados de agua, el problema fue que el 3D no funcionó, así como lo leen, todos
empezamos a quejarnos “los lentes no funcionaban”, lo cual concluye en que la proyección
no estaba bien. Para la proyección, y la gente comienza a impacientarse más.
Pasan
unos cinco minutos más y comienza de nuevo, nada, el 3D estaba muerto. Gritos,
abucheos, y demás. Paran la proyección nuevamente. Y luego pasan unos largos
minutos, ya eran las diez de la noche, cuando por fin logran dar con la imagen
3D, todo el mundo se emociona, ¡Allí, déjalo allí!, pero….ahora los efectos
ambientales estaban muertos. Esa fue la gota que derramó el vaso, la gente empezó
a abuchear y a gritar durante diez minutos de proyección de la película…Sorpresa
encienden las luces “Señores por fallas técnicas (eléctricas según ellos, a
pesar de que había luz) la función no se dará” La gente comienza a levantarse
molesta a dirigirse a la taquilla, algunos devuelven los lentes, otros no,
todos juntos en cambote, a pedir nuestro dinero.
Desastre…no
estaban preparados para una situación así, nadie quería otra función todo el
mundo quería su dinero. Primera sorpresa que me llevo, sólo se devolverá lo
pagado en efectivo – debito – tarjeta de crédito, compras por internet “NO”. Más
o menos, me dije a mi mismo, se suponía que la venta sólo era en taquilla. Una
hora más de cola para que nos devolvieran el dinero. Pues la gente que pagó en
internet comenzó el zafarrancho, golpes contras los vidrios de las taquillas,
gente vitoreando “Páguennos, páguennos” gente tratando de llamar al INDAPABIS,
y vaya a usted a contar…una mujer decía “quiero mis dos mil bolívares que
pagué, no me voy de aquí”, sí, las mujeres enfrentan con valentía los problemas
punto para ellas. Otros decían vine de Guatire, de Maracay, “estoy pasando las
navidades aquí en Caracas y vengo de Puerto la Cruz, quiero mi dinero” Sí…sé
que están en acuerdo con todos nosotros.
Tiempo
pasado, escuchando, viendo todo esto, mi dinero regresa a mis manos y por
supuesto las ganas de golpear a esta gente y bueno rayarlas hasta lo más
posible. Esto que comparto con ustedes es para que lo sepan amigos, si van a
CINEX y a su súper moderna sala 4DX, prepárense porque pueden que el único
efecto ambiental que vean, sea el de la gente molesta gritando para que le
devuelvan su dinero, y el golpe de los vidrios de las taquillas en reclamo.
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