martes, 21 de diciembre de 2010

Discurso en Cambios

Que variante extraña esa que propones,
Llena de deseo y emociones,
Complementan otras cosas las manos,
Que se guían sinuosas por el templo.

Y que frágil es el alma que ama,
Y cuanto terror aumenta el miedo,
Y que sensible son las palabras al oído,
Y que serafín tu constantes palabras.

No hay necesidad de rimas,
Es el desorden que ocasiona tu presencia,
La inmensa claridad del universo,
Los pequeños someros gestos de tu cuerpo.

Y tan efímero el tiempo de la simpatía,
Que sosiega hasta el más vasto malestar,
Tranquilizando nervios tontos, sosos.
No existe nada más y todo está hecho ya.

Uno mano, dos manos, cuatro manos,
Lazos, un voraz aliento que consume,
Unas lágrimas que derrotan al más fuerte,
Y una sensibilidad que no se compara con nada conocido.

Y que tonto es el corazón que doma la razón,
Y que bueno es que no les importe,
Y que realidad tan absurda el rededor,
Y que voluntad tan necia para oponérsele.

Unos cuantos pasos ciegos,
Un seguridad casi inquebrantable,
Mientras segundos entran en juego,
Mientras que otros son despedidos sin miedos.

Porque el mundo ya no es de éstos,
Sino de aquellos quienes aman,
Quienes quieren, quienes necesitan,
¿Acaso eres todo o sólo un proceso?

No temo porque mi corazón se destroce,
No temo porque siento que es real,
No vale nada más si a mi lado no estás,
No llores de tristeza, llora de felicidad.

Déjame entrar, cobijarte las venas,
Mutarme en sol para calentar tus fríos,
Llevarte conmigo a la eternidad,
Cuidar de tus achaques futuros, dedicarte paz.

El discurso más sencillo en palabras de quien quiere,
Las palabras más duras para saber cuando muere,
Si he de olvidar todo, lo haré,
Si he de dejar todo, lo haré.

Cuando llegue el momento igual sonreiré,
Mirando hacia atrás y con temblor en mis pies,
Pensando en lo que fue, lo que será y no fue,
Y muchos de mis actos justificaré.

Sencillamente soy un amante de lo trágico,
Un dulce con algo agrio,
Un espejo de reflexiones cortas,
Un tonto, loco, enamorado.

viernes, 13 de agosto de 2010

Cuando Miras

Miradas por Mar de las Lluvias


Veo a través de la ventana,
un día que promete miradas.
Miradas que van y vienen, 
que se ocultan y temen.
Quién soy yo, para negar tus ojos.
La hora se muestra tardía,
pero mi mente se encuentra en observar
la dulce picardía de tu vista,
que me ha descontrolado en demasía.
Esa estructura que nos separa,
es como llovizna que moja pero no enferma.
Es sólo el control que da acción a los movimientos,
es la expresión clara de los sentimientos.
Mírame ya no esquivo,
en mis sentidos domina el deseo.
Cuanto daría yo,
por tener tu mirada en la mañana de nuevo.
Si las miradas hablaran,
yo estaría ilusionado en exceso.
hay de nosotros,
cuando ya, no nos vemos,
hay de mí, cuando ya, no nado en tus besos.

jueves, 12 de agosto de 2010

Te Recuerdo


La lluvia recuerda la emoción de tus labios,
que momento aquel cuando mis manos te tocaron, 
que mágnifica esencia tu sonido.

Afuera extraños,
las ventanas entreabiertas,
el efímero pasar de los años,
y mi piel que sigue sedienta.

Camino y bordeo,
me revelas deseo,
qué son esas delgadas fisuras,
que me desbordan en locura.

En el reloj se ha detinido el tiempo,
como aquello que apenas me desvía,
silencio, que tu aliento hace simpatía,
despacio, que es lo que he esperado toda mi vida.

Que frío intenso en mi espalda,
que es calido al estar juntas,
tu y mi alma.

Ahora es sincero, ahora me sostengo,
Ahora con más razón sueño,
Ahora con más jucio te recuerdo.

miércoles, 11 de agosto de 2010

Amor


Ya no más de aquello,
que tristemente acabó con la humildad,
aquello que desgasto el deseo,
lo mismo que destruyó mi tranquilidad.
Sigilo en la noche,
no revela mis intenciones,
no despliega soluciones,
no convence a las mentes.
Sígueme, toma mi mano,
arrastremonos por el lodo,
que ahora es agua cristalina,
se la dulce brisa que me domina.
Crucemos danzando las montañas,
acabemos con las amenazas.
subamos, subamos, subamos
y gritemos en lo alto,
te amo, te amo.

martes, 10 de agosto de 2010

Perversidad



Nostalgia infinita e inconclusa,
Divagando en palabrería absurda,
De nada ello, de quiénes nada,
Más allá dos cosas que usa.

Y tratase a otros como propios,
Cuando de nadie son,
Cuando ya nada queda,
Indudablemente ojos de ocios.

Una voz entrecortada,
Una voracidad que consume,
Detrás ya vaga el tiempo soluble,
Tocan, tocan, las campanas, nada.

Y qué es eso que ocultas,
Renombrado, póstumo, olvidado,
Simplicidad e inocencia que hurtas,
Concreto, muerto, manoseado.

Perpetuación de causas y consecuencias,
Un correr veloz, lejos, asustado,
Un resultado dependiente de las ciencias,
El ser incompleto que ya fue dado.

Y dónde estás lo que ocultas,
Insistencia, determinante perversa,
Una vuelta de mil nudos,
Un descargue de mil puños.

Una sonrisa triste, ojos que lloran,
Insistente, determinante y perverso,
El bis que hace eco constante,
Las manos que tiemblan, amante.

Ofuscado movimiento y el fin,
Qué hacer si depende de ti,
El vaso medio lleno,
Medio vacío el vaso.

Adiós, sin molestias y mentiras,
Un experimento, el momento,
Un momento de miedo,
Un instante perverso.